jueves, 14 de febrero de 2008


Los cambios de planes no son aceptables en mi vida. Si vamos a hacer tal cosa, la hacemos. No hay por qué arrepentirse. De allí que cada vez que él me dejaba plantada, mi mente trabaja hasta encontrar respuestas que me hagan infeliz. Casi todas ellas una mujer, una nueva amante, pocas ganas de verme o la decisión definitiva de dejar de quererme. ¿Cómo puedo amar y odiar a una misma persona? Fácil. Él me da lo que quiero o en parte. Me hace creer que me da lo que quiero o me autoconvenzo de estar satisfecha con lo que me da o le mendigo y acepta entregar a modo de limosna., Y por otro lado a veces, pocas veces, tomo conciencia de la irracionalidad de lo que hago, de la impotencia que encarno , de lo patetico de mis actitudes y comienzo a pensar y eso me hace odiarlo..